Que bonito!!!, jugar contra Robert, Delgado, Estiarte, Toni Aguilar, etc. Que bonito!!!, vamos a luchar, intercamiar golpes y darnos a conocer a la élite del waterpolo español. Que bonito!!!. la paliza que nos van a pegar.....
Lolo Ibern, como le gustaba hacer de vez en cuando, pitaba el partido y le dijo a Marculescu, "hoy les voy a hacer nadar". No entendí muy bien esa frase. A mitad de partido, empezó a pitar contrafaltas a cada momento.... entonces entendí la frase. Era una locura, venían por todas partes como los Indios. Por un momento me sentí como el General Custer en la Batalla de Little Big Horn (Historia chavales, bajaros Murieron con las botas puestas).
Como no... Estiarte llegaba las veces que quería, y a mi como no... me gustaba la situación. Entonces no tenía la técnica del contraataque que me enseñó Lino Repetto (mirar en Mi Salón de la Fama, Lino Repeto) , pero los truquillos que me había enseñado Manolo Delgado también daban sus frutos. En dos jugadas consecutivas, llegó solito delante de mi, por el lado izquierdo (eran otros tiempos, se jugaba en cualquier posición, en el vídeo podéis ver bastantes goles por el uno. En los vídeos mas antiguos.), y como me enseñó Manolo, había que jugar con el delantero. Levanté los brazos, dejando un precioso huequecillo entre mi brazo y el poste por el que pasaba justo el balón, jeje , seguro que lo vería, era Estiarte, y pam!!!... solo tuve que bajar el codo, y me quedé con mi cara que aquí no ha pasado nada. El me miró estrañado y volvió hacia su campo. Lolo Ibern, pitó otra contrafalta, y como Manel estaba volviendo, llegaba otra vez solo. Esta vez cambié de estrategia, abrí los brazos y el hueco que le dejaba era el de encima de la cabeza, y pam!!! , solo tuve que cerrar los brazos... que fácil era el waterpolo!!!!. Albert Canal, compañero de equipo, que ya conocía mis truquillos, se meaba de risa, y miraba a Manel como diciéndole, "este siempre hace lo mismo". No le pare ninguna mas.... llegaba me rompía . desplazaba . amenazaba, y cuando metía gol, me miraba como diciendo.... "ahora que?", jeje... como mola cabrear a una Leyenda. Ese día Marculescu me abrazó como si fuera un hijo, cogiendome de la cabeza y acariciandomela, con mi consiguiente incomodidad delante de mis compañeros.
Desde mi llegada a la Nacional en el 85, siempre he tenido una buena relación con todo el mundo. Creo mas, por que pasaba, de relacionarme excesivamente con los demás, pues era un poco anárquico en mis relaciones, y porque no me gustaba revolotear alrededor de los cracks ni de nadie (me sigue pasando lo mismo). Para mi, en aquel momento era mejor oír y callar, y cuando venían a ti era porque había un interés de relación. Es así de fácil, no te llevas mal con nadie, porque no te metes donde no te llaman.
Seis años mas tarde, en el Mundial de Perth del 91, después de ganar la Plata (o perder el Oro), se acercó a mi en medio de la euforia, y me dijo "tantos años luchando por una medalla, y llegan los chavales y mira..." . Se refería a Toto, Chava, Oca y Rollán, pero con aquella frase me dio a entender que ya era parte de los veteranos, y eso que siempre había estado en el banquillo.
En el 94 , en un torneo en Zaragoza, tuve una acalorada discusión con J.J., desde el agua. Manel no jugaba aquel partido, y estaba sentado en el "Palco" (unas sillas al lado de la mesa), al lado de las autoridades, y vio todo lo que pasó y escuchó lo que le dije a J.J.,(y toda la piscina). En el autocar, me dijo que no podía hacer eso, yo le contesté literalmente "que me respete y que no me trate como si tuviera 15 años, y si no os gusta me echáis". El sabía claramente a lo que me refería con "echáis" (en plural). Todavía seguí un año mas.....
Desde el 95 hasta hoy, lo he visto alguna vez... en su despedida en el 2000, que fui el primero con el que se cruzó en su llegada a la INEFC de Montjuic,( mas que nada porque yo huía de la puerta donde estaban todos los del traje, y el aparcó en el lado donde estaba yo), pero me dio un gran abrazo, me presentó a su mujer que me miró extrañado al no conocerme, "tranquila" le dije "siempre estaba con el Bombo en el banquillo", "ahh" dijo. Y me felicitó por mi puesto de entrenador en el Sabadell.... Era el Manel de la calle, cachondo y divertido de las concentraciones y en su mirada vi la sinceridad de sus palabras, ese era el Manel al que yo, un tipo distante, raro y alérgico a la parafernalia del politiqueo deportivo, podía acercarme. Porque ese era el Manel al que consideraba una Leyenda....
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